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Síndrome del piriforme

El síndrome del piriforme se debe a la irritación del nervio ciático por compresión mecánica del mismo nervio, o de alguna de sus ramas cuando pasan por debajo o a través del músculo piriforme.

Este músculo nace de los cuerpos vertebrales S2-S4 y del ligamento sacrotuberoso. Se inserta en la cara superior y posterior del trocánter mayor del fémur (Fig. 1). Tiene la función de extender y rotar externamente la cadera.

Fig. 1

Síntomas

Clínicamente el paciente refiere dolor crónico (de incluso meses) en el glúteo con irradiación al muslo, incluso hasta la rodilla; el dolor se puede exacerbar con los cambios de posición, al agacharse o al caminar. Es decir, cuando se realiza una rotación externa y abducción de la cadera. Clásicamente es el paciente que se encuentra sentado o acostado y súbitamente experimenta dolor al ponerse de pie. 85% de los pacientes tiene una historia clínica de dolor en región lumbar (espalda baja). Es posible que el paciente refiera la presencia de una masas (bola) en el sitio de dolor. Menos de la mitad de los pacientes tienen antecedentes de trauma. Es más frecuente en mujeres que en hombres.

En consultorio

A la exploración física dirigida encontramos dolor a la palpación del músculo piriforme, incluso inflamación. Podemos palpar una masa en el glúteo correspondiente a espasmo muscular, inflamación de tejidos adyacentes y en casos severos a hipertrofia del músculo glúteo máximo. Existe una disminución de los rangos de movilidad de la cadera secundario a dolor. Se debe descartar la presencia de alteraciones del pie debido a que su existencia puede condicionar un inbalance muscular por sobreuso compensatorio. Realizamos pruebas clínicas como Beatty, Pace y Freiberg. Se trata de un diagnóstico de exclusión, por lo que primero debemos descartar otras patologías como tumores óseos, hernias de disco, estenosis espinal, coxartrosis, etc. Los estudios de imagen como resonancia magnética y ultrasonido son útiles para demostrar inflamación del músculo piriforme. La electromiografía de la extremidad pélvica usualmente es normal. La infiltración guiada por ultrasonido alivia el dolor y confirma el diagnóstico de síndrome del piriforme.

Tratamiento

Conservador

  • Evitamos actividad de alto impacto, así como actividades que puedan desencadenar el dolor
  • Antiinflamatorios y relajantes musculares
  • Calor/frío local
  • Terapia física
  • Infiltración de esteroides guiada por ultrasonido. Anestésicos locales e incluso toxina botulínica han demostrado efectividad
  • Evaluación de la marcha y tratamiento a alteraciones del pie
  • Habitualmente los pacientes encuentran alivio a las 6 semanas de tratamiento

Cirugía

  • Se considera la elección cuando no se consigue mejoría después de seis meses y ya se han excluido otras posibles causas del dolor
  • 10% de los casos ameritarán cirugía

Publicado por Dr. Alejandro Iván Lara Díaz

Cirujano Ortopedista en Hospital de Especialidades MIG y Hospital Angeles Lindavista

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